El pasado domingo todos los que vinisteis a Tabarca pudisteis ver a Alfonso y su kayak esquimal. Las sensaciones encima de un "cacharro" así son especiales, y por decirlo de otra manera, es "otro rollo". Es un barco similar a los empleados por generaciones por el pueblo Inuit. Yo tuve la suerte de probar uno por gentileza de un buen amigo. No son barcos prácticos en algunos casos, pero tienen la belleza de lo que son: obras de arte en el agua.
Por lo que he me han contado, y alcanzo a comprender, lo realmente bonito es navegar sobre un barco, que has hecho tú mismo. Como muchas cosas en la vida, lo mejor es el camino, no lo que hay al final de el. Para cocinar este plato hacen falta unos cuantos ingredientes:
- Muchas ganas e ilusión.
- Cierta maña.
- Muuuuucho tiempo disponible, y algo de dinero.
- Experiencia previa, o muuuchas horas leyendo cosas por ahi (la mayoria en ingles).
Para muchos de nosotros, nos sobran algunos ingredientes, y otros son inalcanzables. Por suerte hay gente como "Belone" . Tras este seudonimo se encuentra un constructor de kayaks artesanales y digamos tradicionales.Si tu no lo puedes construir, el te lo hace a cambio de una cantidad de perras. Este chico se tropezó con esto un poco de casualidad, y tras vivir un tiempo en Groenlandia, se propuso dedicarse a este oficio. Yo lo conoci hace unos meses por un programa que hicieron sobre el y un barco suyo, en el programa Thalassa .
Por desgracia para muchos de nosotros, este es un producto inalcanzable por el precio que puede alcanzar un barco artesanal.
Continuemos soñando, por favor.
Continuemos soñando, por favor.
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