¡¡¡Ya tenemos kayak!!!

Una vez acabado el cursillo de iniciación al piragüismo de Junio, varias personas nos preguntábamos "¿y ahora que?". Los cuatro días de aprendizaje se nos habían quedado cortos.

Entonces, los organizadores nos dijeron que el sábado es el día oficial de navegación, que podíamos continuar probando con algunos kayaks del entorno del club, y sólo tendríamos que hacernos con lo básico: un chaleco y una pala, y muy recomendable sacarnos el seguro (licencia federativa).

Y así lo hicimos varias personas. Y también nos alistamos al club. Pero después de unas pocas salidas en kayak, alguno de estos un poco "tronco", y otros muy buenos, pero no propios (y no puedes utilizarlos cuando te gustaría) nos planteamos "hay que buscar un kayak".

Así fue. Cada uno buscó por su cuenta. Key también nos mandaba información sobre kayak en venta. La cosa iba como de medio broma, medio en serio. Sin estar seguros de si caería alguno para este verano… ¿o sería para las rebajas de enero?

Pero en la Jornada de puertas abiertas del Club Kayakeros (26 de Julio), hubo mucha expectación. Y después de probar algunas embarcaciones más, la cosa se aclaró “sí señor, definitivamente hay que hacerse con uno...”

Dos días después vimos un anuncio en internet, de 2 kayaks de 5'15 de eslora por 59 de manga, con accesorios y en buen estado, y un precio interesante...
Preguntamos al vendedor si podía ampliar la info. Y Lluís nos lo detalló todo muy bien.

Con esta info, hicimos las consultas pertinentes a doctor Key, quien a su vez se aseguró del modelo con Carlos Qajaq (un gran master) y ambos recomendaron la compra. Y nos dieron unos consejos muy valiosos para el transporte y el uso.

Pape y Julián serían los futuros dueños de los dos Rotomod Ysak. Lástima que no fueran 3 los kayaks en venta. Porque de ser así, Miguel se quedaría con el tercero.

Pero no importaba en exceso, porque seguía la búsqueda. Y de momento el Robson Balboa estaba por ahí, para seguir rompiendo mano (las de Miguel). Y brazos, y espalda, je je, Jesús lo sabe muy bien. Aunque con Balboa lo tienes difícil para volcar, y eso, al principio y con olas, da mucha seguridad.

A los dos días de confirmar a Lluís que queríamos los kayaks, ya estábamos en su casa en Muntanyola, Barcelona, haciendo la compra de los dos Ysak.

La verdad es que aun teniendo muy buenos consejos para el amarre de los kayaks, llevábamos una psicosis importante por si los doblábamos con las cinchas, o por el contrario si saldrían volando por la autopista.

Menos mal que Lluís, que ya los había amarrando en muchas ocasiones, nos ayudó y quedó todo bien sujeto. ¡Gracias por todo Lluís y esposa! Ya sabéis dónde estamos para lo que gustéis.

La vuelta de Barcelona fue más rápida de lo que pensábamos. Estábamos muy felices de volver con nuestro kayak.
Y fuimos directos a Puerto Siles, porque los kayaks tenían que tocar agua esa misma tarde. Si no ¿da mala suerte, verdad? Bueno, por si acaso.

Estuvimos paleando cerca de una horita. Nos echamos varias fotos. Y no parábamos de sonreír. Unos momentos muy felices con los Ysak.

Miguel ya sabía que caería uno pronto. Ahora más que nunca. La búsqueda de un compañero de los Ysak se había acentuado. Y los dos “ysakeros” percibíamos el olor de nuevo kayak para Miguel…

Despues de una salida de estrene, que mejor para cerrar un día tan feliz que unas cervecitas, unas tapas, y comentar todo lo ocurrido...

Al día siguiente, jueves por la tarde volvimos a salir. Habías enormes ganas de palear.

Queda mucho por aprender. Mucho por disfrutar. Brazos y espaldas por acostumbrar. ¿Y qué decir de las agujetas? Ya os seguiremos contando.